Uno de mis más gratos recuerdos de la niñez está repleto de olor a tierra y plantas, cuando acompañaba a mi padre a sembrar árboles en toda la ciudad universitaria de Maracaibo, y luego, años más tarde, en las afueras de Tamare. Mi padre acompañó su gestión en La Universidad del Zulia y el Centro de Entrenamiento Petrolero (CEPET) con actividades de siembra de árboles para recuperar áreas verdes, y para él eso era un compromiso familiar.
Este año, yo aproveché una ocasión especial para brindarle a Gael una experiencia similar. Provita y Shell de Venezuela, en el marco de la celebración del día mundial del ambiente, organizaron una campaña de siembra de árboles en los terrenos del IVIC, en Altos de Pipe, el sábado 27 de junio de este año. Para ello escogieron una especie emblemática de la flora nacional y los esfuerzos de conservación en el país.
Se trata del Nogal de Caracas, Juglans venezuelensis, una especie que se llegó a considerar extinta hasta el re-descubrimiento de algunas poblaciones remanentes en el Parque Nacional El Ávila. En este momento los esfuerzos de conservación de diferentes instituciones está enfocado en reproducir individuos de esta especie para repoblar los bosques de los alrededores de Caracas.
Para Gael fue una mañana diferente y divertida con nuevos aprendizajes, mucho entretenimiento y nuevos amigos, y para mi una jornada de muchos buenos recuerdos y gran satisfacción por sentir que estamos contribuyendo a sembrar una buena semilla en las nuevas generaciones, así cómo lo hizo mi padre en su momento.
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